La pandemia y la posterior crisis económica que se desató a raíz de ella ha golpeado con fuerza al tejido empresarial español, pero en especial a las pequeñas y medianas empresas, que en este contexto han visto peligrar la viabilidad de su negocio. Por eso desde el Gobierno se pusieron en marcha diversas iniciativas destinadas a paliar estos efectos con el objetivo de lograr la supervivencia de estas compañías. Una de esas ayudas han sido los préstamos ICO, línea de financiación puesta en marcha en marzo de 2020 con las que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ayuda a financiar tanto nuevas inversiones como mejoras en las empresas solicitantes.
Sin embargo, solo 2 de cada 10 pymes ha solicitado algún préstamo ICO desde entonces, según detalla Hiscox en su I Informe Hiscox de pymes y autónomos en España. Dentro de las solicitantes, solo el 54,5% cree que podrá devolver el préstamos en tiempo y forma antes de la fecha límite extendida hasta junio de 2023 por el Gobierno, mientras que dentro del otro 44% que no sabe si podrá llevarlo a cabo, hay diferentes posibilidades: el 3,4% prevé directamente el impago, el 13,1% cree que la solución pasa por la refinanciación de la deuda y otro 9,8% por su reestructuración y el 19,2% no ha pensado en ninguna medida concreta para cuando venza el plazo.
Los fondos Next Generation apenas impactan en las pymes
Otra de las vías que se puso a disposición de las pequeñas y medianas empresas para hacer frente a la actual situación han sido los fondos Next Generation. Estos fondos provienen directamente de la Unión Europea, puestos en marcha en junio de 2020 también para hacer frente a la crisis desencadenada por la pandemia. Sin embargo, han tenido muy poco impacto en el empresariado español a la luz de que, a fecha de junio de este año, solo el 2,4% de las pymes lo habían solicitado. De hecho, ese porcentaje se concentra en 8 comunidades autónomas, ya que en las otras 9 que conforman España ninguna pyme ha solicitado estos fondos.
Es más, dentro de las que aún no lo habían hecho, el 87,6% tampoco tiene planes de hacerlo en el futuro. Por contrapartida, dentro de las empresas que sí habían solicitado ha habido una mejor acogida ya que el 70% planea pedir algún otro fondo Next Generation.
A la hora de utilizar este dinero para la mejora de la empresa, son muchas las iniciativas que se pueden llevar a cabo. En este sentido, la digitalización del proceso productivo se posiciona como la opción favorita (21,2%), seguida de la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad (18%), la atracción de talento con foco en las nuevas generaciones (16,6%), el reforzamiento de la ciberseguridad (16,5%) y la innovación impulsada por las nuevas tecnologías (13,2%).
“Que las pymes atraviesan por una complicada situación económica no es ninguna novedad, lo que sí es más llamativo es el hecho de que pocas de ellas hayan optado por hacer uso de las herramientas que el Gobierno ha puesto a su disposición para paliar estos efectos. En muchos casos, puede deberse al desconocimiento, a la burocracia detrás de ello, entre otras posibilidades, pero la realidad es que al final las pequeñas y medianas empresas, en su mayoría, están haciendo frente solas a la crisis económica y por eso desde Hiscox queremos apoyarlas ofreciéndoles una red de seguridad para que puedan seguir operando sin miedo”, explica Ricardo Sánchez, director de Innovación y Distribución Alternativa de Hiscox España.