La forma de trabajar ha cambiado drásticamente en los últimos dos años. La mayor parte de la fuerza laboral prefiere modelos híbridos y jornadas flexibles, mientras que las ciberamenazas continúan aumentando. Por ello, los responsables de TI se enfrentan a un nuevo desafío: capacitar a los empleados en las nuevas experiencias tecnológicas.
En este contexto, Microsoft ha presentado diversas novedades en sus ediciones profesionales de Windows 11 y Windows 365 en las áreas de administración, seguridad, productividad y colaboración. De este modo, la compañía sigue impulsando un ecosistema accesible y fácil de administrar por los departamentos de tecnología de las empresas, para afrontar los retos de este nuevo escenario digital en constante evolución.
Modelos Zero Trust
Los más de mil millones de usuarios de Windows se beneficiarán de las capas de protección de hardware y software estrechamente integradas. Microsoft ha colaborado con diferentes fabricantes de dispositivos para elevar la seguridad contra múltiples vectores de ataque. Su objetivo es que los equipos estén más protegidos que nunca ante el phishing, contraseñas vulnerables, malware, ransomware, pérdida de datos y el grave riesgo de ataques directos contra el hardware cuando un ciberdelincuente tiene acceso físico a un dispositivo tras su robo o pérdida.
Por ello, Windows 11 con protección integrada chip-to-cloud, presenta dos nuevas funciones que luchan contra las técnicas de ciberataque más comunes: suplantación de identidad y malware.
- Microsoft Defender SmartScreen. Esta nueva capacidad refuerza la protección de los usuarios de los ataques de phishing al identificar y alertarles cuando introducen sus credenciales en una aplicación maliciosa o un sitio web bajo el control de ciberdelincuentes.
- Smart App Control, que combina los certificados de firma de código junto a modelos de inteligencia artificial para garantizar que solo se ejecuten aplicaciones seguras, bloqueando uno de los vectores de ataque más habituales de forma predeterminada. Igualmente, los procesadores específicos de seguridad incluidos en el hardware, como Microsoft Pluton, incrementan la protección de los futuros PCs, ya que agilizan y protege las actualizaciones de firmware a través de la nube.
Con estas novedades, Microsoft continua en su misión de empoderar a los departamentos de TI y ayudarles a elevar sus estándares frente a nuevos patrones de ataque, desde el chip hasta la nube. Otro ejemplo de ello es Config Lock, ya disponible en Windows 11, que monitoriza las claves de registro a través de políticas de MDM y las corrige de forma dinámica en caso de incidente de seguridad para garantizar que los dispositivos de cualquier ecosistema cumplan con los protocolos de seguridad industrial y específicos de cada organización.