En un mercado cada vez más competitivo, la reticencia hacia la transición digital por parte de las 159.306 MiPyMEs se ha convertido en un reto obligado para todas aquellas que quieran equipar su operativa a la de los grandes operadores logísticos.
Según el informe "Digitalización de las pymes españolas" publicado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en colaboración con COTEC España y Oliver Wyman, muchas PYMES en España aún no han aprovechado plenamente los beneficios de la transición digital. De hecho, solo el 34% de las pymes españolas tiene previsto invertir en digitalización en los próximos tres años.
En el caso específico de la cadena de suministro y el transporte terrestre, la resistencia al cambio, la falta de recursos y el desconocimiento de las oportunidades que brinda la digitalización están impidiendo que muchas empresas maximicen la capacidad de sus flotas. Una de las razones principales es que las empresas no ven la transición digital como una prioridad a la hora de invertir.
Ante este panorama, Tennders, la startup española de logística que digitaliza y optimiza la contratación del transporte terrestre de mercancías, ha analizado la importancia de la adaptación a nuevas tecnologías y modelos de negocio digitales en estas empresas, en las limitaciones presupuestarias, la formación y el miedo a arriesgarse están creando una brecha difícil de cerrar entre las MiPyMEs y los grandes operadores logísticos.
Según Mike Cuingnet, CEO de Tennders: “A través de un análisis propio, hemos observado que, aproximadamente, un 30% de la jornada habitual de un operador logístico se destina a tareas administrativas. Estas actividades suelen ser realizadas de manera ineficiente usando técnicas analógicas como el conocido ‘papeleo’, y canales como el email, hojas de cálculo, sistemas TMS, bolsas de carga, e incluso Whatsapp o llamadas telefónicas.”
Un sector anclado en sistemas tradicionales
A menudo, el núcleo de la gestión de las empresas de la cadena de suministro reside en softwares de gestión de transporte (TMS), sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP), así como numerosas hojas de cálculo (Excel). En general, son herramientas de gestión donde se registran y administran los datos de proveedores, clientes, flota disponible, además de gestionar las transacciones y las operaciones de carga.
Sin embargo, la operativa de negociación, contratación y seguimiento de los proveedores logísticos requiere una gran cantidad de contactos y tiempo invertidoque se incrementa cuando los agentes deben duplicar la información en cada sistema.
El análisis de Tennders ha concluido que los operadores logísticos dedican un 30 % de su tiempo a tareas administrativas.
Desde la startup subrayan que, aunque estos sistemas funcionen, no son la manera más eficiente para una empresa que forme parte de la cadena de suministro. Los problemas surgen con el aumento constante de la competitividad en el sector, que hace que las empresas ya no solo necesiten optimizar sus sistemas habituales de gestión, sino que también se sientan presionadas a implementar este tipo de soluciones.
La digitalización como palanca clave para un transporte sostenible
La industria del transporte es responsable de una quinta parte de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2). De estas, el 40 % corresponde al movimiento de mercancías, según el MITECO. Si a este porcentaje le añadimos que al menos uno de cada cinco camiones que circulan por autopistas y autovías van vacíos, es urgente reducir el impacto ambiental del sector.
Las soluciones digitales pueden ofrecer una mayor visibilidad y optimización, lo que podría aumentar considerablemente la capacidad de previsión de las empresas. De esta manera, un transportista tendría más posibilidades de regresar con el remolque cargado y evitaría recorrer kilómetros en vacío o rutas innecesarias.
Para Tennders, esta problemática está muy presente. Por ello, “el nivel de optimización que ofrecemos permite a todas las empresas, ya sean cargadores, transportistas o intermediarios, aumentar la visibilidad en la gestión de proveedores, incrementar el volumen de capacidad de carga, mejorar el consumo energético de las flotas y, en consecuencia, reducir la huella de CO2 de cada camión en particular y la sostenibilidad del sector en general”, concluye Cuingnet.