El 2023 ha arrancado dentro de un contexto macroeconómico complejo que afecta a todas las industrias, incluido el sector de la comunicación. Con una inflación creciente, la guerra en Ucrania y una crisis inminente que debilitará la economía mundial en los próximos años, el comportamiento del consumidor online está cambiando, lo que supone un gran reto para las empresas que están delineando sus estrategias de crecimiento de cara a los próximos meses.
La marca, un valor seguro en tiempos de incertidumbre
Como observamos en el último informe de Outbrain, el consumidor global está preocupado por su situación financiera, y es que las visitas a páginas sobre estas cuestiones experimentaron un aumento del 106% entre mayo y junio de 2022. Sin embargo, los tiempos de incertidumbre también pueden suponer una gran oportunidad para ganar cuota de mercado y redefinir la experiencia del usuario, lo que conduce a un mayor conocimiento de marca, clientes más leales y mayores ingresos.
Según el estudio IV Estudio de Marcas con Valores, el 60% de los ciudadanos españoles aprecia que una marca tenga valores y el 22% elige siempre a marcas que los tienen. Ahora es más importante que nunca que las marcas destaquen su autenticidad y creencias, y pongan la transparencia, conciencia y confianza en el centro de sus esfuerzos. Es necesario lograr un equilibrio entre impulsar las conversiones y crear conciencia de marca para lograr un crecimiento sostenible.
Alianzas entre publishers y anunciantes
El mundo editorial ha migrado al espacio digital con el objetivo de garantizar su supervivencia. Para seguir siendo competitivos deben mantenerse actualizados sobre los cambiantes hábitos de consumo de los lectores. La constante demanda de contenidos más personalizados y dinámicos y con valor añadido abre la puerta a nuevas experiencias de usuario y a formato similares a los de las redes sociales: scroll infinito, stories, recomendaciones de IA, etc. Esto permite a los publishers llegar a audiencias cualitativas y heterogéneas que presentan necesidades de consumo de contenido específicas y diferenciadas.
Sin embargo, el vídeo sigue siendo el formato publicitario de mayor impacto, que mejora el recuerdo de la marca y la percepción de la misma, pues permite presentar historias originales, así como una interacción profunda con el público objetivo ofreciendo una experiencia única y aprovechando el componente emocional para fomentar la lealtad a largo plazo.
First Party Data: el camino hacia la audiencia adecuada
Con el horizonte cookieless cada vez más cerca, las estrategias first party data guiarán la transición hacia entornos digitales más seguros y fiables que fomentan mayores niveles de participación. En este sentido los publishers se convierten en partners clave para las marcas ya que son quienes entienden el comportamiento de cada individuo en su sitio web: saben cuáles son los intereses de sus usuarios, el tiempo que pasan en el sitio, la cantidad de visitas y los hábitos de navegación.
Trabajar con editores proporciona un entorno seguro para la privacidad para los anunciantes, construido sobre first party data autorizada por los usuarios y sin la necesidad de cookies de terceros.
“Este nuevo año presenta grandes retos para las marcas. La incertidumbre económica merma la confianza y el gasto de los consumidores. En épocas de crisis, aunque las marcas más fuertes y consolidadas están en mejor posición para sobrevivir, también ven mermar su cuota de mercado cediendo espacio a marcas con menores precios. Por ello, será más importante que nunca apostar por los datos first party para obtener un conocimiento profundo, real y seguro de la audiencia. Solo así podremos adelantarnos a sus necesidades y crear estrategias adaptadas a este complejo contexto”, señala Rafael Amieva director general de Outbrain España.