El 90% de los ataques dirigidos a las empresas comienzan con un correo electrónico que requiere la intervención del usuario. Su objetivo: acceder al sistema de información de un individuo o una organización para conseguir rédito económico u obtener acceso a datos confidenciales para manipularlos, entre otras acciones.
En este contexto, la ciberseguridad para las pymes se vuelve indispensable, garantizando la integridad de los datos y evitando escenarios problemáticos como extorsiones o pérdidas económicas, entre otros.
Los ataques informáticos más comunes
Malware
En la categoría malware se enmarcan varios tipos de ataque que, utilizando algún punto vulnerable en un sistema, instalan un programa malicioso en el sistema. A menudo, se ponen en marcha cuando un usuario del sistema hace clic en un enlace malicioso. Aquí se incluyen ataques tipo virus, gusano, troyanos, ransomware y spyware.
según los datos del último informe Voice of the CISO 2022, el ransomware y los ataques a la cadena de suministro encabezaron la lista de amenazas más significativas, seguidas de cerca por el compromiso de cuentas en la nube y el compromiso de cuentas de correo corporativo.
Phishing
El phishing se enmarca entre los ataques informáticos más comunes y supone el envío de emails fraudulentos (aunque parezcan legítimos) que incluyen un archivo malicioso que permite acceso a los ciberdelincuentes a un sistema. El phishing también puede tener lugar a través de redes sociales, llamadas telefónicas o mensajes SMS, en cuyo caso se piden claves de acceso u otras informaciones comprometidas haciéndose pasar por una fuente creíble.
Ataques Man-in-the-Middle (MitM)
En este caso, el ataque tiene lugar en el momento en que se realiza una operación entre dos partes (por ejemplo, una compra en un e-commerce), aprovechando potenciales vulnerabilidades de una red (por ejemplo, una red WiFi pública no segura).
Ataques Denial-of-Service (DOS)
También dentro de la categoría de ataques informáticos más comunes, en este caso se trata de acciones que buscan bloquear sistemas, redes o servidores con un exceso de tráfico. De este modo, se logra que el sistema sea incapaz de procesar la información: al quedar saturado se interrumpen también sus operaciones.
Ataques en el Internet de las Cosas (IoT)
El establecimiento de entornos IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas) ha supuesto avances muy significativos en numerosos sectores. El hecho de que este modelo esté basado en la interconectividad de dispositivos, no obstante, supone que debe realizarse un esfuerzo adicional para garantizar su ciberseguridad, al multiplicarse el número de puntos potencialmente vulnerables a los ataques.
La expansión de los entornos IoT está haciendo que los ataques en esta área también estén multiplicándose.
Es más, una estadística publicada en NETSCOUT Threat Intelligence Report hablaba de cómo los dispositivos IoT eran atacados una media de 5 minutos después de ser puestos en marcha.
Cómo prevenir ataques informáticos: algunas claves
Existen una serie de pautas básicas para prevenir ataques informáticos: desde mantener actualizados todos los sistemas, generar contraseñas seguras para todos los accesos o cambiarlas a menudo.
No obstante, en un contexto de complejidad creciente en los ataques, los negocios no deben dejar a la improvisación su ciberseguridad. Además, la posibilidad de acceso a los fondos europeos ‘Next Generation EU’ abre la puerta a la financiación para poner en marcha protocolos de ciberseguridad profesionales que garanticen la prevención en esta área.
En este contexto nace la solución “Ciberseguridad” de BeeDIGITAL, que busca dar cobertura a empresas pequeñas, microempresas y autónomos en su lucha contra los ataques informáticos más comunes. De forma adicional, ofrecen funcionalidades extra como auditorías y puestas en marcha seguras, junto con un área privada de cliente, formación y tutorización y soporte técnico.